Salvataje de miembro, pie diabético
Es la angioplastia que se realiza en el contexto de un paciente que presenta isquemia crítica de miembros inferiores, la cual se define como la isquemia que pone en peligro la viabilidad de un miembro o parte del mismo.
Su presentación clínica se caracteriza por dolor persistente de reposo, que requiere la toma de analgésicos, asociado a trastornos tróficos de los miembros (úlceras o gangrena).
La isquemia crítica es la principal causa de amputación de los miembros, llegando al 40% de los casos sin tratamiento, siendo la diabetes, el tabaquismo y la insuficiencia renal crónica los principales factores de riesgo.
Su presencia se asocia con una mortalidad entre el 10% – 40% al año en las diferentes series. Estos pacientes tienen enfermedad aterosclerótica más avanzada y difusa. Aproximadamente un 65% de ellos presentan lesiones en más de un nivel y un 50% tiene enfermedad de las arterias tibiales asociada.
La meta principal de la revascularización en la isquemia crítica es el aportar suficiente circulación para permitir la cicatrización adecuada de las lesiones ulceradas o exponer al paciente en forma más segura a un desbridamiento más profundo de las lesiones o amputaciones “mínimas” que permitan el crecimiento del tejido sano.
El tratamiento de elección en estos pacientes ha sido por décadas la cirugía vascular de bypass. Sin embargo, en la última década, la incorporación de nuevas tecnologías, como así también la mayor experiencia de los operadores han modificado en forma significativa el tratamiento de estos pacientes.
El tratamiento percutáneo (mediante angioplastia) tiene la ventaja de poder mejorar el estado circulatorio del miembro afectado sin los riesgos de morbilidad y mortalidad asociados con la cirugía. Por otro lado, la cirugía tiene limitaciones agregadas como lo es la falta de arterias distales y la falta de conductos venosos.
El principal objetivo del tratamiento endovascular en la isquemia crítica es salvar el miembro (evitando una amputación mayor), siendo la permeabilidad de las arterias tratadas, un objetivo secundario. Teniendo en cuenta esto, la angioplastia con balón sigue siendo la técnica preferida.
Uno de los avances en la tecnología que ha hecho que los resultados iniciales sean superiores ha sido la incorporación de balones largos de hasta 220 mm de longitud.
Otros avances comprenden la utilización de stents autoexpandibles en territorio suprapatelar, los stents liberadores de droga y también balones liberadores de fármacos, entre otros dispositivos.
En cuanto a las técnicas de acceso arterial, como de técnicas anterógradas y retrógradas, o recanalización por vía subintimal, han permitido aumentar la tasa de recanalización de oclusiones totales crónicas en más de un 90% de los casos.
En resumen, en la actualidad el tratamiento endovascular es la primera línea de tratamiento en la isquemia crítica. Es importante destacar que cuando se realiza un tratamiento a tiempo, restableciendo rápidamente la perfusión tisular y el seguimiento es manejado en forma multidisciplinaria con diabetólogos, intervencionistas, traumatólogos y cirujanos, la probabilidad de salvataje del miembro supera el 80%.