¿Cómo reconocer un infarto?
El infarto agudo de miocardio es la manifestación más grave de la enfermedad coronaria y para su manejo el tiempo es un elemento crucial (se estima que por cada hora de demora hay un incremento del 2% en la mortalidad). Por esto es importante reconocerlo y actuar rápido para arribar al tratamiento apropiado cuanto antes.
En general los pacientes que presentan esta condición manifiestan con:
Sensación de opresión en el centro del pecho que dura veinte minutos o más. La sensación puede ser leve o intensa. Puede irradiarse a los hombros, los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda y acompañarse o no de transpiración, dificultad para respirar, ansiedad, debilidad o náuseas.
Es importante conocer que algunas personas que tienen un infarto no se presentan de la forma anteriormente descripta. Otros signos de alerta lo constituyen:
Dolor o molestia en el centro del pecho de otras características (tipo puntada o ardor).
Dolor o molestia en otras zonas de la parte superior del cuerpo, como los brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.
Otros síntomas, como dificultad para respirar, sudor frío, náuseas o mareo.
Las mujeres, los ancianos y los diabéticos con los que tienen más probabilidades de presentarse de esta forma atípica.
Si usted tiene alguno de estos síntomas debe ser evaluado por un médico de inmediato.
Lo ideal es pedir una ambulancia, de lo contrario pedirle a alguien que lo lleve a la guardia del hospital.
Algunos pacientes debutan con un infarto, pero muchas veces aparecen síntomas y signos de alerta horas, días o semanas antes. El signo de alarma suele ser dolor torácico recurrente desencadenado con el esfuerzo y que alivia en el reposo, a diferencia de lo que ocurre en un infarto, en el cual el dolor en general aparece de reposo y no cede hasta que se abre la arteria. La aparición de este cuadro también debe generar una consulta médica precoz.